La forma de cocinar los alimentos influye directamente en la capacidad de nuestro cuerpo para asimilar sus propiedades. No es lo mismo comer un alimento crudo, cocido, al vapor, asado al horno que frito. Según la época del año, nuestro cuerpo puede tener diferentes necesidades para poder digerir lo que comemos. Por ello, os recomendamos que a la hora de definir vuestra alimentación tengáis en cuenta los siguientes consejos: